El vicioso hábito de escuchar exclusivamente los latidos del corazón.
Moda que sumerge y absorbe, heartbeat.
El heartbeating recompensa de inmediato.
Sus primeros efectos: un sentimiento de pertenecer, de ser parte de algo, y una
convicción absoluta de estar vivo.
Existen, sólo les damos nombres. Ni se transforman,
desaparecen o lo contrario. Sólo son. ¿Qué significa que yo fuese adicto al heartbeating sin siquiera conocerlo?, ¿acaso
suma valor o lo resta dar nombre a algo que ya era mío? Acercar el oído a un
pecho ardiendo, acomodar la cabeza y sentir cómo sube y baja suavemente. La
corriente dulce de su música te mece, envuelve y acompaña… luego de esto viene
un nombre.
Una mujer seriamente trastornada por un zumbido continuo en
el oído sanó al mudarse cerca de una fábrica textil. El ruido era insoportable,
pero la mujer era feliz allí. Cualquier sonido puede llegar a tolerarse, salvo
los que se producen dentro de nosotros mismos. Por ello queremos corazones… por
las palabras, por los gestos, por los vientos.
Ese ritmo que suena a oscuras se llama corazón, ¿alguien lo oye aún?